La imaginación es la expansión de la mente. Es la capacidad del individuo para aceptar el bombardeo de la mente consciente con ideas, impulsos, imágenes y todo tipo de fenómenos psíquicos que surgen del preconsciente. La imaginación es soltar amarras, arriesgándose a que aparezcan nuevos puntos de amarre en la inmensidad que nos espera.
Rollo May

La relación entre el arte y los procesos de internalización humana constituyen uno de los instintos más remotos, y esa interdependencia profunda ha estado significando una gran fuente de saber, sobre todo en aquellas ciencias que, como la Psicología, integran el vasto campo de las «Humanidades».
El arte libera la subjetividad de la persona, se puede utilizar para la resolución de conflictos, poniendo el énfasis en que se trata de una experiencia individual, pero con la posibilidad de crear lazos de comunicación con los iguales. La sensibilidad artística permite expresarse a la persona tal cual es, sin los efectos del orden social.
Las artes utilizadas -en las que se propicia la evolución y transformación de la producción son las visuales: pintura, barro, collage, instalaciones; artes escénicas: actuación, cuento, teatro de la reminiscencia, clown, máscara neutra, juegos de rol, marionetas, danza contemporánea, comunicación no verbal; música: ritmo, sonido, voz, instrumentos; escritura: talleres de escritura y escritura teatral, etc. La persona acompañada “habla” a través de las formas artísticas, el arteterapia es una forma de decir la verdad jugando en lo simbólico. Las experiencias en la creación pueden representar actos de violencia, de agresividad, abandonos, pérdidas, sentimientos,… y lo hacen de forma indirecta sin una intencionalidad.