La Asociación Americana de Arteterapia define el arteterapia como:

Una profesión de salud mental que utiliza el proceso creativo de hacer arte para mejorar el bienestar físico, mental y emocional de las personas de todas las edades. Se basa en la creencia que el proceso creativo involucrado en la expresión artística, ayuda a la gente a resolver conflictos y problemas, desarrolla habilidades interpersonales, a manejar el comportamiento, a reducir el estrés, aumentar la autoestima y la autoconciencia, y alcanzar el conocimiento de uno mismo (American Art Therapy Association, 2009).

Sabemos que  todos tenemos la capacidad cerebral para expresar de forma visual aquello que percibimos y pensamos, podemos expresarnos de forma creativa, a esto se le ha llamado el pensamiento visual.

Así, cuando creamos una obra plástica, estimulamos la parte derecha del cerebro, la capacidad de síntesis, la imaginación, la intuición y la emoción, con lo que podemos acceder al inconsciente que trabaja con esta zona del cerebro.

Con el arte facilitamos la expresión directa de aspectos internos que muchas veces nos resulta complicado expresar de forma verbal, por ejemplo, en la pintura encontramos diversos aspectos de nuestra capacidad para expresarnos. Por ello se considera que el arte es una vía para la comunicación que evita la manipulación del lenguaje hablado. Los sentimientos y pensamientos más profundos de la persona, provenientes del inconsciente, se expresan mejor en forma de imágenes que en palabras

En las producciones artísticas, las personas pueden externar sus sentimientos de forma concreta, pueden recordarlos y reelaborarlos, pueden separarse de los problemas para colocarlos en un objeto externo y con ello visualizar otras perspectivas y contextos para buscar el dominio sobre los mismos.

Asimismo, las obras artísticas nos permiten documentar el proceso terapéutico a través de las mismas para llevar a cabo un diálogo con ellas, ver nuestros avances, hablar de sentimientos pasados y presentes y buscar nuevos significados a lo representado.  Nuestra historia personal nos habla a través de la creación. Con ello integramos nuevos aprendizajes para dar un cierre al tratamiento terapéutico.